martes, 16 de noviembre de 2010

conciencia ambiental

Cuando era joven luchaba por una sociedad justa, pensaba que si mi generación no la alcanzaba, lo harían las generaciones futuras.

Ahora veo que estaba equivocado: No habrá generaciones futuras si nosotros no alcanzamos a derribar el sistema depredador. Por lo tanto, si antes luchaba por una sociedad justa, ahora lucho fundamentalmente por la supervivencia de la humanidad.

El calentamiento global es indudable, la ONU ha tenido que inclinarse ante la evidencia científica, así como los gobiernos de los países que más calientan el planeta con la emisión de los denominados gases de invernadero, producidos por las grandes empresas capitalistas.

No es que un grupo de capitalistas malos ha decidido extinguir la humanidad. El objetivo de ellos no es éste, sino ganar dinero, si para hacerlo tienen que lanzar a la humanidad a su desaparición, mala suerte. Es posible que algunos de ellos suspiren por este subproducto del cumplimiento de su sagrado mandamiento: Ganar más dinero en el menor tiempo posible.

Richard Branson, empresario británico propietario de la línea aérea Virgin, ofreció un premio de 25 millones de dólares a quien idee un invento que elimine los gases de efecto invernadero de la atmósfera. La gente le dijo “Tú estás contribuyendo al calentamiento con tu línea aérea”. Él les dio una respuesta que me parece magnífica: “¿Qué quieren? Si saco mi empresa inmediatamente ocupa su lugar la British Airways”.

Si hay un capitalista que por amor a sus descendientes deja de poner una fábrica que emite gases de invernadero, viene otro capitalista y la pone. No depende del conocimiento y la moral de los capitalistas individuales, es la rueda imparable del sistema el que les lleva a acabar con la humanidad. No se trata de matar a algún capitalista, a quien debemos matar es al sistema que ordena que el destino de la humanidad esté en manos de la voracidad del gran capital.

Efectos

La gente del campo, aunque en general no conoce su origen, sufre los efectos del calentamiento más que la población urbana: Los arroyos están desapareciendo. Los ríos están adelgazándose, hay ríos que para cruzarlos se usaba puentes, los que cada vez son menos necesarios, el Amazonas está más delgado que nunca. Los nevados se derriten, esto es una desgracia, pues son fuentes de agua. Los glaciares de los polos también se derriten. Antes el polo norte era un gigantesco bloque de hielo, ahora en verano ya se puede navegar por él.

Los océanos aumentan su nivel: La isla conocida por los habitantes de India como Nueva Moore y por los de Bengala como Talpatti Sur ha sido devorada por el mar.

La isla Lohachara de 10,000 habitantes, en la región india de Sundanbans, donde los ríos Ganges y Brahmaputra desembocan en la bahía de Bengala, también fue devorada por el agua.

Una parte de Groenlandia se ha separado de ella, ha sido bautizada como Isla del Calentamiento Warming Island o Uunartoq Qeqertoq en Inuit.

La República de Kiribati, un conjunto de 33 islas del Pacífico Central, pidió ayuda internacional para organizar la evacuación de sus 97.000 habitantes. El aumento de las aguas saladas está devastando las tierras cultivables y contaminando los pozos de agua dulce.

El territorio de los indígenas Kuna de las islas de Panamá, está amenazado de desaparición, hemos escuchado que zonas del departamento peruano de Piura también están amenazadas.

La alteración del ambiente por el calentamiento produce diversos desastres climáticos: Los inviernos son más crudos que antes, como el último del hemisferio norte, o el que sufrió hace poco Puno, Perú, causando la muerte de muchos niños. Por otra parte se reportó de veranos excesivamente calurosos en Brasil y África.

El “friaje” es una ola de frío que afecta negativamente a la selva peruana, se anuncia que 11 de los 24 departamentos en que se divide el Perú, serán afectados por ese fenómeno.

En la pasada temporada de lluvias, en mi departamento, Cusco, la inundación hizo que de algunas poblaciones sólo se vieran los techos, mató centenares de hectáreas de cultivos, un río de lodo atravesó la población de Zurite durante semanas, sepultando entre otros un templo colonial, la posta médica y el principal centro de estudios.

Hace poco la inundación afecto la cuarta parte del territorio de Paquistán.

Algunas de las víctimas del huracán Katrina que azotó Nueva Orleans en EEUU, abrieron un proceso judicial contra las grandes empresas culpables del calentamiento y por lo tanto del huracán.

La gran prensa, en manos de los productores del calentamiento global, naturalmente no nos muestra estos desastres como efectos de él, sino como “desastres naturales”. Sabemos que de naturales no tienen nada, que son provocados por los grandes capitales a través de la emisión cada vez mayor de gases de efecto invernadero.

Las páginas centrales de nuestro periódico mensual “Lucha Indígena” (http://www.luchaindigena.com), están dedicadas a los efectos mensuales del calentamiento global contra el mundo, bajo el título de “Ataque del gran capital a la humanidad”, desgraciadamente, mes a mes, las dos páginas quedan cada vez más pequeñas.

Manejo del problema

Los países más emisores de gases de efecto invernadero, situados en el norte del planeta, realizaron una reunión el año 1997 en Kioto, Japón, en la que se comprometieron a reducir por lo menos en un 5% la emisión de gases de invernadero. El acuerdo no fue ratificado, entre otros por los EEUU, que con una población del 4% del mundo, es responsable de la emisión del 25% de gases de invernadero. Se cumplió muy poco de lo acordado. En diciembre del 2009, en Copenhague, se realizó una nueva reunión sobre el tema, también impulsada por la ONU. En ella no hubo ningún acuerdo, los países africanos, cuya población tiene que caminar días en búsqueda de agua, exigían indemnización a los grandes contaminantes, de lo que éstos no querían ni oír hablar. Fuera del encuentro oficial, Obama reunió a algunos cómplices a quienes hizo firmar un papel que ahora llaman “el acuerdo de Copenhague” en el que no hay ningún compromiso a reducir las emisiones de gases de invernadero, sino solamente manifestación de buenas intenciones. Posteriormente, EEUU compró firmas de más países. Ecuador le respondió que si de dinero se trataba, lo recolectaría y pagaría a EEUU para que firme el protocolo de Kioto.

El aspecto positivo de la reunión de Copenhague, fue que hubo 100,000 personas en el exterior de la reunión oficial que gritaban “¡Cambiemos el Sistema, no el Clima!” y “¡Si el clima fuera un banco ya lo hubieran salvado!”.

Ante el fracaso de la reunión, el presidente boliviano Evo Morales convocó a la “Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra” que se realizó del 12 al 19 de abril en Cochabamba, Bolivia.

Fue una reunión exitosa en la medida en que reunió defensores de la naturaleza de diversas partes del mundo que se contactaron entre sí, desgraciadamente los humos del volcán de Islandia que impidieron los vuelos, frustraron la asistencia de ciudadanos europeos. Fue desafortunado que no se acordó la realización de acciones colectivas. Hubo una mesa en el exterior de la reunión en la que se hizo críticas a la política económica del gobierno que continuando el extractivismo de anteriores gobiernos, afecta la naturaleza.

El gran capital continúa haciendo lo posible por negar o minimizar los efectos del calentamiento. Hace algunos meses hubo una campaña de desprestigio a científicos encargados de estudiarlo, luego se comprobó que eran acusaciones falsas. Una asociación de grandes empresarios de EEUU reclutó periodistas y “científicos” que se encargaran del tema de acuerdo a la conveniencia de los emisores de gases de efecto invernadero. La gran prensa del mundo que está en sus manos, continúa llamando “desastres naturales” a los efectos del calentamiento. Tratan de convencer que desastres parecidos se han dado en varias épocas históricas, que son “naturales”. Dicen que los mayas predijeron el fin del mundo para el 2012, lo cual ha sido desmentido por especialistas en escritos mayas que declaran que los mayas hablaron de sucesos posteriores a esa fecha.

Todo esto hace el gran capital para que la gente se resigne y no luche por acabar con el sistema.

La ONU ha programado la próxima reunión oficial sobre el tema que se realizará en Cancún, México, del 29 de noviembre al 10 de diciembre de este año.

No se necesita ser adivino para afirmar que en dicha reunión tampoco se aprobará nada positivo, sólo serán palabras hermosas.

Desgraciadamente en el exterior de la reunión no podrán estar los 100,000 que estuvieron en Copenhague, porque los pasajes son muy elevados para que estén los europeos, porque los latinoamericanos no tenemos dinero para ir y porque la represión será más fuerte que en Copenhague.

En Viena, Austria, escuché una proposición excelente: “Hagamos cientos de Cancún en el mundo”. En las fechas de la reunión oficial organicemos reuniones en todas las ciudades posibles, para analizar qué significa el calentamiento global, quiénes lo producen, qué males trae, cómo combatirlo. Estas reuniones en su conjunto serán infinitamente más eficientes contra el calentamiento global que la reunión oficial en Cancún.

Resistencia indígena

He señalado que la gente del campo es la que más sufre los efectos del calentamiento global, sin embargo, en su gran mayoría no conoce sus origen, considera que son “desastres naturales”.

Lo que sí entiende perfectamente como tales, son los otros ataques del gran capital a la naturaleza, que en quechua llamamos Pacha Mama, (madre tierra o madre naturaleza).

Los indígenas son quienes menos disfrutan de los beneficios de la civilización y que conocen al “progreso” sólo por los ataques que de él son víctimas.

Todos vivimos de la naturaleza, pero en las ciudades los niños creen que es el supermercado quien nos alimenta y muchos mayores están cerca de eso pues no les interesa la depredación del campo.

En cambio la población indígena siente claramente que de la naturaleza depende su vida.

Por eso es en especial la población indígena la que reacciona contra los ataques a la Madre Tierra, señalemos algunos de esos ataques:

La minería.- Especialmente la de cielo abierto que es más nociva que la de socavones pues destruye montañas para extraer minerales. Roba agua de la agricultura y la envenena, matando personas, animales, vegetales y suelo.

La extracción de petróleo y gas.- Envenena los ríos amazónicos matando a los peces de los que se nutre la población, deja sin agua a la gente y animales.

La construcción de centrales hidroeléctricas.- Roba el agua de la agricultura de consumo humano para proveer de electricidad a la minería. (Caso de Salcapucara en Canchis, Cusco, Perú).

El proyecto de la represa de Inambari.- Intentan desalojar de territorios de 3 departamentos del Perú a miles de indígenas de sus viviendas y sus cultivos para construir una gran represa que proveería de electricidad a empresas multinacionales radicadas en Brasil.

La tala de la selva para la extracción de madera.- Como la capa de tierra fértil en la Amazonía es delgada, en pocos años de precipitación pluvial que en la zona es intensa, quedará tierra desierta.

La tala de la selva para criar ganado.- Los selváticos se alimentan de la caza, el ganado es para las ciudades. También convertirá en desierto lo que ahora es selva.

La gran agroindustria.- Aplica a la naturaleza la lógica de la fábrica: Cuanto más producto del mismo tipo se fabrique año tras año, mejor. Por eso produce la variedad más productiva de una especie año tras año. Eso se llama monocultivo y es dañino para el suelo. Usa agroquímicos: fertilizantes, insecticidas y herbicidas. Con todo esto matará el suelo en pocos años. No le importa, luego de matar el suelo en Perú, se irá a otro país de América, Asia, África, Oceanía para continuar matando el suelo.

En cambio el indígena, pensando que sus abuelos vivieron de esa tierra y sus nietos vivirán de ella, la cuida. Con 10,000 años de conocimientos agrícolas, sabe que tiene que practicar la rotación de cultivos, un año siembra leguminosas para que inspiren el nitrógeno del aire que será llevado a las raíces, al año siguiente siembra papas que aprovecharán ese nitrógeno. También practica los cultivos asociados, varias especies juntas, lo que es bueno para el suelo y malo para los parásitos. Además sabe que hay tierras que tienen que descansar, uno, dos, tres años, él que conoce su suelo sabe cuántos. A ese descanso en quechua lo llamamos “layme”; mientras ese terreno está descansando de la agricultura, lo usa como terreno de pastoreo. Usa abono orgánico.

El gobierno peruano pretende robar el agua de la pequeña agricultura de Espinar, que alimenta al Cusco, para irrigar la gran agroindustria que exportará a Estados Unidos, en esta lucha ya hay heridos, inclusive niños.

Alan García, presidente del Perú, llama “perro del hortelano” a los indígenas, opina que si ellos no tienen grandes capitales para trabajar, dejen que las poderosas compañías lo hagan, así progresará el Perú.

Usurpación de territorio indígena para el turismo.- Este tipo de ataque lo sufren indígenas de Columbia Británica en Canadá, indígenas de Chiapas, México, indígenas de África.

No sólo los indígenas luchan por la Madre Tierra

Lo hacen todos quienes se sienten afectados por la depredación capitalista, como los valerosos pobladores de Andalgalá, Catamarca, Argentina.

La población urbana del departamento de Moquegua, Perú, luchó valientemente en defensa del agua.

Todos los indígenas del mundo

He puesto ejemplos del Perú, pero no son sólo los indígenas peruanos quienes luchan en defensa de la madre tierra. Vemos que es el empuje indígena que puso a Evo Morales como presidente de Bolivia y que fue él quien convocó a la reunión internacional contra el cambio climático. La nueva constitución boliviana reconoce los derechos de la Madre Tierra.

Están luchando en defensa de la Madre Tierra los indígenas de Chile, Argentina, Guatemala, Panamá, Canadá, Estados Unidos, los Dongria Condh de la India, los bosquimanos de África, en Australia rechazan los residuos nucleares.

Esto muestra que la lucha indígena por la defensa de la Madre Tierra no es un tema étnico, sino cultural. Eduardo Galeano en su último libro, “Espejos”, dice:

¿Cómo pudimos?

Ser boca o ser bocado, cazador o cazado. Esa era la cuestión.

Merecíamos desprecio, o a lo sumo lástima. En la intemperie enemiga, nadie nos respetaba y nadie nos temía. La noche y la selva nos daban terror. Éramos los bichos más vulnerables de la zoología terrestre, cachorros inútiles, adultos pocacosa, sin garras, ni grandes colmillos, ni patas veloces, ni olfato largo.

Nuestra historia primera se nos pierde en la neblina. Según parece, estábamos dedicados no más que a partir piedras y a repartir garrotazos.

Pero uno bien puede preguntarse: ¿No habremos sido capaces de sobrevivir, cuando sobrevivir era imposible, porque supimos defendernos juntos y compartir la comida? Esta humanidad de ahora, esta civilización del sálvese quien pueda y cada cual a lo suyo, ¿habría durado algo más que un ratito en el mundo?

El gran amor a la Madre Tierra era una parte de esa ética general en los albores de la humanidad.

Pero no es la única homogeneidad, hay otras. Los indígenas del mundo son los más puros guardadores de esa ética.

Veamos los otros aspectos de la cultura humana primitiva que es común a los pueblos indígenas del mundo:

5 comentarios:

  1. no ps k tenemos k kuidar nuestro mundo y si es sierto porqe se nos esta acabando solo

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  2. buena hehe
    conciaencia ambiental la k deveriamos de tener todos para kuidar nuestro medio ambiente...

    biien..x)

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  3. pos buena
    info por que
    temos que cuidar todos
    el medio ambiente

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  4. buena informacion y los punto igual
    pero debes de leer bien tu informacion
    antes de publicarlo y pz te faltan
    imagenes.........

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  5. Hey ke onda
    No pues tu información esta muy bn redactada
    Me gusta
    Xale pss cuídate

    Adioz..Cx

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